El bulldog francés es uno de los perros pequeños más populares en la actualidad. También conocidos como frenchies, adoran los paseos suaves y se caracterizan por su lealtad y melosidad, siendo ideal para dueños con poca experiencia.
Su aspecto de chiquitín fortachón lo ha convertido en el consentido de las celebridades. La alta demanda por adoptar o comprar un bulldog francés genera controversias entre los animalistas debido a la ausencia de cuidados adecuados.
En este texto te contamos sobre su origen, su peculiar apariencia, condiciones físicas y todas las curiosidades que debes saber antes de hacerlo tu compañero perruno.
Historia y origen del Bulldog francés
La constitución rechoncha, musculatura exagerada y orejas de murciélago relatan una mezcla de razas que data desde mediados del siglo XIX. A pesar de su nombre, esta raza no es originaria de Francia, sino que fue exportada desde Gran Bretaña. Los expertos coinciden en que el Bulldog inglés es su principal antepasado. Por su parte, las características típicas de su cabeza y hocico son resultado de dos siglos de cruces con otros canes.
Para la década de 1830, los bulldogs ingleses eran utilizados como animales de pelea hasta que en 1835 se abolió dicha práctica. Luego se hicieron muy populares como compañeros de caza. Los dueños comenzaron a cruzarlos con perros aun más pequeños buscando más agilidad y rapidez.
Los cambios económicos derivados de la Revolución Industrial provocaron la migración masiva de obreros, carniceros y artesanos quienes iban acompañados de sus mejores amigos caninos. Francia recibió a la mayoría de estos perros que además de ser hábiles cazadores de ratas, cautivaron a la alta sociedad.
En 1880 se fundó el primer club de aficionados a los frenchie en París, mientras que en 1898 se estableció la raza. En un par de años se convirtió en un símbolo de estatus en Europa y posteriormente en Estados Unidos.
Características de un Bulldog francés
Saber cómo reconocer a un bulldog francés es fundamental para no cometer errores durante su cuidado. Su morfología única está acompañada de ciertas condiciones de salud. Por ejemplo, su característico hocico achatado y nariz pequeña los hace proclives a problemas respiratorios.
Lo primero que notamos en un frenchie son sus orejas en alto, atentas a cualquier sonido, además de su prominente musculatura. Sin embargo, existen algunos rasgos peculiares que deben observarse detalladamente para distinguirlos.
- Tamaño y peso: Es considerado un perro mediano pequeño, mide entre 27 y 30 centímetros, aunque los machos pueden alcanzar los 35 centímetros de altura. Su peso ideal es de 11 kilos aproximadamente, pero puede oscila llegar a 15 kilos.
- Cabeza y cara: El cruce de razas resultó en una anatomía un tanto desproporcionada. El bulldog tiene la cara chata distinguiéndose una línea recta casi perfecta entre su mandíbula y nariz. Sus orejas de murciélago destacan por encima del resto del cuerpo mientras que los ojos redondeados y saltones lo dotan de una mirada encantadora.
- Fisionomía: Es un chiquitín de huesos robustos y una vasta musculatura especialmente en los hombros. La espalda larga compacta sus patas, dándole esa peculiar forma de caminar con sus extremidades más o menos paralelas al hacerlo. Un frenchie sano tiene un movimiento desahogado, puede ser muy escurridizo a pesar de su gran densidad corporal. Su encantadora cola nunca será más alta que sus escápulas pero es suficiente para tapar su ano.
- Pelaje: Como el resto de los bulldogs, tiene un pelaje corto, raso y uniforme a lo largo del cuerpo. Puede ser atigrado o leonado de color marrón, negro o blanco aunque también de colores inverosímiles como azulado. Algunos especímenes pueden tener manchas irregulares que aparecen luego de tres meses de edad.
Carácter y temperamento del bulldog francés
Muchas personas adoptan un bulldog francés por su fama de ser buena mascota para los niños o un excelente perro de compañía. La verdad es que su aspecto no es lo único adorable, también su personalidad, eso sí, con el adiestramiento adecuado.
El semblante tozudo no logra disimular su ternura. Es un perro cariñoso, inteligente, activo y un excelente compañero de juegos. Se lleva muy bien con otras mascotas aunque las hembras son sobreprotectoras con sus cachorros.
La evolución del bulldog francés dejó atrás su pasado como cazador o perro de pelea. La preocupación principal de los cuidadores de frenchies es manejar su energía, en especial durante los primeros dos años de vida.
Adiestramiento y actividades para el bulldog francés
Requiere mucha dedicación durante su enseñanza. Ten en cuenta estos consejos para educar a un frenchie de manera apropiada:
Ten en cuenta que es un perro que adora divertirse, por eso debes tener paciencia y coherencia. Utiliza órdenes directas que pueda entender rápidamente. Establece un sistema de recompensas y castigos.
Es importante iniciar su enseñanza desde temprana edad con refuerzos positivos. Es un perro muy listo, aprenderá rápidamente las reglas que impongas.
Para el adiestramiento al aire libre, los veterinarios recomiendan varias sesiones cortas debido a su poca tolerancia al calor. Además es un método más efectivo cuando se trata de cachorros.
Es un perro sociable que no le gusta la soledad durante tiempos prolongados. Los juguetes son un excelente método para manejar la ansiedad.
Salud del bulldog francés
Los problemas de salud más comunes del bulldog francés están asociados a su morfología. La condición braquicefálica (cabeza corta y ancha) lo hace víctima de diversas afecciones respiratorias que en casos extremos pueden requerir cirugías correctivas.
Su hocico pequeño le dificulta la regulación de su temperatura corporal, haciéndolo susceptible a los golpes de calor, las constipaciones y las corrientes de aire. Los ronquidos del frenchie despiertan ternura entre sus dueños, pero, en algunas ocasiones son indicadores de algún tipo de obstrucción en sus vías respiratorias que requiere atención.
Cuidados del bulldog francés
Este peludo de cara arrugada puede llegar a vivir entre 9 y 12 años si tiene los cuidados adecuados. Es importante tomar precauciones durante los paseos para evitar incidentes producto del calor o la deshidratación.
Su pelaje no requiere mucho mantenimiento, con cepillarle una vez por semana y eliminar los pelos muertos. Luego del baño, es fundamental secar bien sus pliegues para prevenir la dermatitis por exceso de humedad. Las orejas requieren atención especial por lo que es recomendable utilizar un limpiador de oídos para perros para eliminar la suciedad.
¿Qué come un bulldog francés?
La alimentación adecuada del bulldog francés es fundamental para que tenga buena salud. Son caninos con estómago sensible, susceptibles a los vómitos e indigestiones. Es imperioso cuidar lo que puedan comer accidentalmente durante los paseos.
Necesita alimentos ricos en proteínas, ácidos grasos esenciales, carbohidratos y fibra; este último es importante para equilibrar la flora intestinal. Los cachorros frenchie requieren una dieta muy específica por lo que no está mal preguntarle al veterinario antes de administrarle una comida diferente.