El perro lobo Saarloos es un perro independiente y difícil de entrenar, pocas veces se muestra sumiso, debido a esto no es un perro apto para trabajo.
Origen
Fue creado por Leendert Saarloos (de aquí su nombre), un experto en el perro pastor alemán, que pensaba que estos perros habían perdido poder físico a través de generaciones de cruza, debido a esto buscó mejorar sus características físicas.
Saarloos cruzó un pastor alemán con una loba siberiana, a la que llamó de nombre fleuri. Las cruzas posteriores de la desendencia dieron como resultado perros que eran un 25% lobo, estos perros dieron inicio a la raza que posteriormente sería conocida como perro lobo europeo.
La raza fue reconocida oficialmente en 1975 por el Kennel Club Holandés, con el nombre de perro lobo de Saarloos, actualmente es un perro prácticamente desconocido fuera de su lugar de origen, e incluso en Holanda es muy difícil de encontrar.
Características
Es un perro delgado y alto, físicamente más parecido al lobo que al pastor alemán, con patas largas y musculosas.
Su pelo va cambiando según la época del año, en invierno mantienen una capa interna que junto con la externa protege al perro de las bajas temperaturas, en primavera y verano predomina la capa externa de pelo.
Los colores predominantes son el negro, diferentes tonalidades de blanco y el pardo.
Personalidad
El perro de Saarloos mantiene un temperamento más similar al lobo que al pastor, son activos e inteligentes pero difíciles de entrenar, son tímidos con los extraños y tienden a alejarse de cualquier situación extraña, como lo hacen los lobos.
Son sociables con otros perros y niños pero no suelen ser buenas mascotas ya que su instinto cazador predomina.
No son buenos perros para un departamento o casa chica, son perros que necesitan gran cantidad de espacio y un lugar donde poder explorar libremente pero con seguridad.
Estos perros viven mejor en haciendas o ranchos donde tengan un amplio espacio para correr.
El perro lobo de Sarloos forma parte de los wolfdog que son oficialmente reconocidos como razas de perros.
hola buen día oye tengo un perro así me lo regalaron , pero quisiera crúzalo es macho por si alquilen se interesa a cruzar.
Desde El Salvador, de alguna manera vino esa raza al país, posiblemente después de varios cruces, pues me lo vendieron como perro lobo, (1993), era gris con esa franja clara después de su pecho, nariz negra, la cola como si le faltaba unas tres pulgadas. Desde pequeño se mostró diferente a otros perros que había tenido y de los conocidos en la localidad, resulta que siendo un cachorro, de repente se sentaba y empezaba a aullar como un lobo, un día a esa misma edad, lo vi caminando con elegancia, con la cabeza erguida y la cola levantada, me detuve a observar, llevaba en la trompa un hueso de gallina, de un patio a otro, empezó a rascar la tierra y procedió a enterrar el hueso. para mi era algo inusual. Siendo cachorro, mi casa era visitada por mucha gente, algunos socializaban con él, y se fue acostumbrando a ver gente extraña, o que no eran de casa. dormía en el mismo puesto que le asigne de cachorro y no puede cambiarlo a otro lugar, Siendo adulto, estaba al pie del zaguán de entrada, para que se lo abriera e irse a vagar, o hacer sus necesidades, regresaba a las ocho en punto. Cuando tomaba sus alimentos, no podía estar cerca de un metro de distancia, pues me gruñía ferozmente. Era amigable con las visitas a casa, con los perros era indiferente, en cierta ocasión lo atacaron dos perros, uno más pequeño que él y el otro de igual tamaño más fornido. Al primero lo apaciguó en un segundo, al segundo cuando se le abalanzó, yo solo vi que encogió su cuerpos y de un salto tenía abajo al otro perro, con la trompa puesta en su garganta, solo le demostró que era el más fuerte y se retiró como si nada hubiese ocurrido. Puedo decir que no era violento, no ladraba, si en la noche sentía u olía alguien que se acercaba a la verja de entrada, solo gruñía muy fuerte y yo desde mi cama lo escuchaba. Dormía dentro de la sala y no pude cambiar ese puesto. Su parecido es mucho de los que he visto en las fotos, jugaba con migo en breves espacios, si yo estaba sentado, llegaba y me ponía su cabezota sobre mis piernas, lo acariciaba, y hasta le daba sus palmadas fuertes en la cabeza y solo me volvía a ver con esos ojos que me parecía alegres. Si yo salía de casa, solo me acompañaba a la puerta de salida, no intentaba irse conmigo, y cuando regresaba solo se paraba y meneaba la cola, a veces no se levantaba, solo las vista, y así, lo demás es largo. Su final fue muy triste.